ENTREVISTAMOS A MURIELLE Y ROMAN BRESSAN,
FUNDADORES DE NOBODINOZ
Murielle y Roman Bressan, fundadores de Nobodinoz, nos reciben en su precioso estudio situado en el corazón de Gracia, uno de los barrios con más encanto de Barcelona, muy bohemio, multicultural y artístico. El taller del equipo de Nobodinoz, joven y dinámico es un laboratorio creativo que sirve como centro de operaciones. Nobodinoz es hoy un referente internacional en el mundo de la decoración infantil por su inconfundible estilo: una gama de colores únicos, estampados geométricos, materiales de calidad, un estilo con aires retro y contemporáneos, un espíritu escandinavo omnipresente, una fabricación ecorresponsable, un saber hacer local, etc.
¿Quién hay detrás de Nobodinoz? ¿Cuál es su historia?
Nobodinoz es la historia de tres amigos que se dejan llevar por la pasión de lo bello y por las ganas de emprender. Cada uno de nosotros tenía un recorrido diferente: uno era ingeniero, otro abogado y otro diseñador, pero todos nos complementábamos. Creamos esta marca porque queríamos hacer las cosas de otra forma.
Nuestra idea era darle a los niños un ambiente de vida de calidad que les acompañara durante todo su crecimiento y que se adaptara de forma natural a cada espacio de vida. Pero también queríamos desarrollar un saber hacer respetuoso con el medioambiente, compartir el gusto por los materiales, colores y detalles, volver a las fuentes, al amor por el trabajo bien hecho, realizado localmente y a un precio asequible. Trabajamos codo con codo con nuestros fabricantes para conseguir todo esto. Por ejemplo, tejemos, tintamos, estampamos y llevamos un control de todos los tejidos en Barcelona.
Y los juguetes los fabricamos en Jura, en Francia. Estamos convencidos de que cada persona puede puede cambiar un poco el mundo, no conformarse con lo fácil y hacer algo que marque la diferencia. Cambiar el mundo es algo que se empieza a hacer desde pequeños.
¿Qué hace cada uno en Nobodinoz?
Nuestros papeles están claramente diferenciados. Por un lado está la creación del producto y, por otro, el desarrollo de la actividad. Pero todas las decisiones estratégicas las tomamos entre todos.
¿Cómo es uno de sus días de su trabajo?
Estamos en el barrio de Gracia, en el corazón de Barcelona. Nuestras oficinas son muy luminosas y están a dos pasos de nuestra casa. Gracia es un barrio muy conocido por su placer de vivir, sus plazas y su calma. Los espacios de trabajo están separados, pero todos vemos, escuchamos y comprendemos lo que hacen los demás. Insistimos mucho para que todas las personas de nuestra pequeña empresa conozcan el origen de los productos, los criterios de calidad y los procesos de fabricación. Todo nuestro trabajo se basa en la concepción y la creación.
Lo que nos guía en nuestro día a día es nuestra obsesión y pasión por los materiales, los colores y las formas. El resto viene solo.
Cada día de trabajo es diferente, cada uno tiene sus imprevistos y con cada uno construimos un poco más.
¿Es difícil trabajar en pareja?
No, para nosotros no es complicado porque coconstruimos así desde el principio, desde que empezamos con Nobodinoz. Pero sí, es intenso y continuo. Hay que saber separar bien las cosas, aunque en los periodos de bonanza no siempre es fácil. Tenemos un equipo de dirección muy bueno, con colaboradores jóvenes, creativos y llenos de energía. Y eso es lo que nos ayuda a mirar las cosas con perspectiva.
Cuando se trabaja en pareja, ¿resulta fácil desconectar por la noche?
Nuestro trabajo y Nobodinoz son nuestra pasión y nos encanta hablar sobre ello, pero es muy importante saber cuándo hay que desconectar.
Comemos y cenamos con nuestros hijos todos los días, y si hablamos de trabajo, pronto nos meten en cintura. Nos gusta mucho pasar tiempo con la familia porque eso también nos ayuda a tener tiempo para nosotros. Lo que realmente nos hace felices es ver crecer a nuestros hijos.

Vuestra marca ha evolucionado mucho. ¿Cuál es su historia?
Todo empezó en el verano de 2012. Habíamos lanzado al mercado pequeños accesorios y también habíamos terminado algunos productos grandes, como los poufs y los tipis. Íbamos en busca de todo lo bueno: materiales, saber hacer y procesos. Los 100 primeros tipis de Nobodinoz los fabricamos en nuestras oficinas. Un año después, tuvimos nuestro primer expositor en el salón profesional Playtime en París. ¡Fue todo un éxito! Y después de eso, vino nuestra colección de tejidos estampados, luego los juguetes y, por último, el mobiliario de Nobodinoz. Desde hace 3 años, cada mes sacamos nuevos productos.
Ahora acabamos de lanzar la línea Pure, fabricada con tejidos orgánicos y muebles de roble. Esta línea se ha unido a nuestra primera línea, la línea Horizon, que es más gráfica. Ahora presentamos en salones de Europa y de EE. UU., donde este año hemos puesto nuestra primera filial.
En Nobodinoz, nuestra filosofía siempre ha sido "sin límites". Todos los días hacemos, deshacemos, rehacemos y modificamos los procesos de diseño hasta lograr la perfección. Tenemos muchos proyectos para crear nuevos productos y nuevas líneas. Lo que realmente queremos conseguir con esta marca es un universo de vida en el que cada uno pueda encontrarse a sí mismo según su personalidad.


¿Cuáles son sus fuentes de inspiración?
Al igual que muchos diseñadores, creemos que las ideas están en el aire y que se nos "revelan" porque sabemos verlas y cogerlas. Tratamos de ser sinceros y estar abiertos para captar todas las ideas que nos corresponden. Además, viajamos mucho y, sobre todo, mantenemos el contacto con muchos amigos que son artistas. Salimos mucho, puede ser que todo venga de ahí.
¿Cuál es el producto más vendido de Nobodinoz?
El tipi. Es unos de los primeros productos que sacamos y, por aquel entonces, no es que hubiera muchos en el mercado. Nos dimos cuenta de que el tipi de Nobodinoz era el regalo con el que soñaban todos los padres, pues el simple hecho de verlo les hacía retornar a la infancia. Es por eso que ocupa un lugar privilegiado en el salón y que se ha convertido en un elemento más de decoración. ¡Y a los niños les encanta! En los tipis pueden esconderse, jugar o descansar tranquilamente. Es su rincón.
¿Cómo creen que es la habitación infantil ideal?
En primer lugar, tiene que ser una habitación llena de alegría y vida. Nos encantan los objetos bonitos, los nuevos y los antiguos. Para nosotros, lo ideal es mezclar y combinar lo
vintage con objetos de diseño, detalles familiares, descubrimientos, etc.
Eso sí, manteniendo siempre un equilibrio con los colores y la personalidad de los niños. Otra cosa que también nos parece importante es que los niños puedan participar en su propia decoración, que puedan colgar sus pósteres, fotos y sus cosas preferidas. También nos gusta imaginarnos espacios como si hubiesen sido creado exclusivamente por ellos. Por ejemplo, si a un niño le gusta leer, ¿por qué no hacerle un bonito rincón en el que pueda estar cómodo y tranquilo para sus ratos de lectura? Y si le gusta dibujar, pues se le puede poner una mesa baja espaciosa para que pueda dibujar e inventar.
Pero la habitación infantil perfecta tiene que ser, sobre todo, una habitación con alma en la que reine la felicidad y la despreocupación.
¿Qué hacen los fines de semana en familia?
Barcelona es una ciudad llena de recursos. No solamente por la playa, sino también por su vida cultural, sus conciertos, sus fiestas de los barrios, etc. Aquí no hay tiempo para el aburrimiento. A veces también hacemos alguna escapada a la costa o vamos a visitar a amigos que tenemos en París, Londres y Roma.
¿Y si Nobodinoz fuera una película?
Una película, no; pero una adaptación cinematográfica, sí. Piensa como lo hacemos en Nobodinoz... ¡Peter Pan!
¿Qué cuento nos recomendaría para un niño?
Alicia en el País de las Maravillas. Sin ninguna duda.
¿Una tienda en Barcelona para hacer turismo?
La tienda La Basílica. Siempre la recomendamos porque es una oda mágica a los creadores de perfumes, un auténtico viaje. Las calles contiguas están repletas de pequeñas tiendas de diseñadores, anticuarios, talleres de arte y de cocina.
¿Y un restaurante?
Nos gustan mucho los restaurantes que hay por la zona del mercado de Santa Catalina, en el barrio del Born. Por allí se lleva mucho la cocina de mercado, el pescado fresco del día, etc. ¡El ambiente está asegurado!
¿Qué les gusta de Smallable?
El profesionalismo y la calidad en la selección. Smallable es un referente del mundo infantil y estamos encantados de poder trabajar juntos. La tienda que tienen en París, en rue du Cherche-Midi, es absolutamente magnífica. Estamos muy contentos de tener nuestro primer
shop in shop efímero desde noviembre de 2016.
¿Tienen más proyectos para Nobodinoz?
Sí, claro. Muchos. Estamos pensando en diseñar más productos Nobodinoz con nuevos materiales y formas. Todavía hay muchos modelos por explorar. ¡Y países! Ya hemos lanzado nuestra firma en EE. UU. y ahora nos gustaría llegar a otros continentes. Nobodinoz es una invitación para viajar.
Descubre el mobiliario, los objetos de decoración y los tipis de Nobodinoz en Smallable: por Internet y en nuestra
concept store situada en 81, rue du Cherche-Midi – 75006 París (Francia).
Cerrar